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jueves, 8 de septiembre de 2022

PROBANDO: CAOS EN EL VIEJO MUNDO



Ayer tuve oportunidad de probar este juego de mesa, que aunque estaba diseñado para 4 personas y disponían de la expansion que los amplia a 5, al final solo pudimos reunirnos 3 personas para jugar.

El juego trata de representar unos de los 4 dioses del Caos y intentar corromper y Asolar el mundo de Warhammer Fantasy.

Hechamos a suerte4 que Dios nos tocaba a cada uno, tocandome a mi Slaanesh, a otro Nurgle y al tercero Tzeentch.

Preparamos el mapa con los primeros marcadores.

Aquí se puntúa Corrompiendo, conquistando las regiones y Asolándolas, terminando la partida cuando uno alcanza el máximo nivel de Amenaza o los 50 puntos.




Como ocurre siempre en esté tipo de juegos, de primeras cuesta enterarse de todo al escuchar las explicaciones de como se juega y sus mecánicas, pero una vez empezada la partida, terminas aclarándote al hacerlo una y otra vez de forma repetida.

Además esta partida fue muy curiosa, ya que al colocar fichas sobre el mapa, quedaron colocadas de forma que de primeras no había que disputar ninguna region, a mi lado de la mesa, toco a las regiones del norte fichas de Nobles, que al Corromperlas Slaanesh gana puntos de Amenaza extra, al sur tocaron fichas de Piedra Bruja que da puntos extra de ameniza a Tzeentch y por ultimo por el centro del mapa no había nada de eso, solo Campesinos, ideal para Nurgle.


Asi que al empezar la partida, yo me centre en el norte, Nurgle en el Imperio y en el sur Tzeentch.

Así durante el primer turno nos limitamos a poner miniaturas en en mapa y empezar a corromper.

Tzeentch lo hacia mas rápido al disponer de mas Sectarios.

Ya en el segundo turno empezaron las primeras traiciones.

Tzeentch jugaba una carta que anulaba la que había jugado previamente Nurgle para conquistar antes el Imperio, mientras que yo me limite a mirar y seguí corrompiendo el norte.

Luego se repetía lo mismo del Imperio, pero en Bretonia, mientras que Tzeentch nos sacaba ventaja en las puntuaciones, pero por poco tiempo, ya que me toco una carta con un poder que me permitia mover fichas de Nobles de la mesa y cogí una del sur y la moví al norte, puntuando así mucho mas, luego ya empecé mi expansion hacia Kislev y el Imperio, empezado a fastidiar a Nurgle, que no podía pelarse con los dos a la vez.

Pero de golpe Tzeentch conquistaba el sur y lo asolaba, ganado muchos puntos.



Todo apuntaba que Tzeentch ganaría por puntos a este ritmo, pero yo tenia una posibilidad de ganar antes si lograba todos los puntos de Amenaza antes.

Aunque de primeras nos saco venta Tzeentch, juntos asolamos Kislev y avanzamos en el marcador.

El resto de la partida se centro en el Imperio y Bretonia, peleándonos los 3 por conquistar y ser el que las asolara.

Por su puesto es al final de la partida, cuando se dan cuenta que voy a Asolar yo solo el Norte, al mismo tiempo que los otros dos lo hacen sobre el Imperio y Bretonia.




Como solo quedan para Asolar 2 Regiones y hay que empezar en un orden que comienza en el norte, pasando por el imperio y de allí a la sur, pues las 2 regiones mías del norte se Asolan antes, avanzado en el marcador y adelantado a Tzeentch, aunque el también alcanzo los 50 puntos por los pelos, pero yo también subo el marcador de Amenaza girando la rueda del tablero de mi símbolo hasta la casilla que pone que alcanzo la victoria, por lo que contra todo pronostico gano por doble la partida, será por la suerte del principiante.



CONCLUSIONES:

El juego me gusto y como dije antes de primeras estaba algo desorientado de que hacer, pero rápidamente me aclare.

La pena es que el juego ya esta descatalogado y no parece haber alguno similar en el mercado.

Estaría interesante volver a jugar una partida y esta vez con 4 o 5 personas para ver la diferencia.

Es evidente que a 3 el juego queda algo descompensado, pero estuvo entretenido y me eche unas cuantas risas, en especial que daban situaciones graciosas o en algún momento dado a alguno se le iluminaba la cabeza y soltaba alguna tonteria que nos hacia reír un rato o simplemente viendo como uno fastidiaba a otro.

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